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Diez dibujos, diez historias de refugio

Los ojos de niñas y niños captan las crisis con una profundidad que pocas veces puede advertir la mente entrenada de un adulto. Pero, de las más mediáticas –como la de Ucrania– a las más olvidadas –como las de Sudán del Sur, Etiopía o Somalia– todas sus miradas tienen puntos en común.

Por Agustina Bordigoni

Los ojos de niñas y niños captan las crisis con una profundidad que pocas veces puede advertir la mente entrenada de un adulto. Pero, de las más mediáticas –como la de Ucrania– a las más olvidadas –como las de Sudán del Sur, Etiopía o Somalia– todas sus miradas tienen puntos en común.

Simples, claros, contundentes, así son sus mensajes.

De dónde vienen y hacia dónde van las personas que deben huir de sus países de origen: diez historias en diez dibujos.

1-Ucrania: vivir en guerra

“Cierren el cielo, salven nuestras vidas”. El dibujo es de Kyril, una niña de 7 años. La foto es del proyecto “Mom I See War” (Mamá, veo la guerra), de varias organizaciones ucranianas, que recopila dibujos hechos por menores después de la invasión rusa.

Según el último informe sobre Tendencias del desplazamiento Forzado de Acnur, Ucrania es el segundo país en importancia como origen de las personas que tuvieron que huir por la fuerza.

El informe asegura que la crisis de desplazamiento originada desde el inicio del conflicto es una de las más grandes desde la Segunda Guerra Mundial. Pero además fue veloz: «durante los primeros días de la guerra, más de 200.000 personas refugiadas buscaban protección a través de las fronteras, originalmente en países vecinos».

Para finales de 2022, 11,6 millones de personas ucranianas permanecían desplazadas, 5,9 millones dentro de su país, y 5,7 millones en otros países, especialmente cercanos.

2-Ser rohinyá en Myanmar

“Mis hermanas estaban jugando con sus amigos cuando llegaron los militares. Mataron a mis hermanas”. Monzur Alí, 11 años, refugiado rohinyá, campamento de refugiados Balukhali, Bangladesh. Foto: UNICEF

La crisis humanitaria en Myanmar fue catalogada desde su inicio como una de las «más explosivas que enfrenta el mundo», según UNICEF.

En 2017 el ejército de este país comenzó una persecución contra la población rohinyá. Según la ONU, más de 10 mil personas fueron asesinadas, 300 aldeas fueron incendiadas y 700 mil huyeron a Bangladesh.

Confinados a zonas limítrofes e inhóspitas del país, los rohinyá no son considerados ciudadanos: no tienen permiso de salir de sus aldeas, ni de viajar, o de casarse, y mucho menos de comprar propiedades. Además de la persecución y el contexto de violencia en el que viven por los continuos ataques de grupos extremistas budistas y del propio gobierno, los rohinyá no pueden acceder a servicios básicos como la salud, la alimentación y el agua potable.

Naciones Unidas definió esta crisis como un ejemplo palpable de limpieza étnica.

3-Sudán del Sur: viejos conflictos en el país más joven del mundo

La gente gritaba: «¡Corre, nada, huye!». ¿Dónde está mi amigo? El río se lo llevó”.  MacAnyat, 17 años, refugiado sudanés en el campamento de Kakuma (Kenia) Foto: ACNUR.

Cada día, un promedio de 2500 sursudaneses buscan asilo en países de la región. La nación más joven del mundo, que surgió de la separación de su vecino del norte en 2011, no logró que sus conflictos terminaran tras la guerra civil que duró 20 años y se cobró 1,5 millón de vidas.

En 2013, las divisiones dentro del partido de gobierno y un supuesto intento de golpe de Estado derivaron en una cruenta guerra civil en la que también se mezclaron conflictos étnicos entre los dos grupos principales: los dinka y los nuer.

Desde entonces el país vive una escalada de violencia que incluye asesinatos, reclutamiento de niños soldados y violencia sexual. El conflicto tiene a su vez graves consecuencias económicas: dejó a millones en situación de hambruna.

En un país en el que la mayor fuente de ingresos proviene del petróleo, cuesta creer que no haya motivos económicos dentro de la disputa. Los combates entre el gobierno y la oposición fueron especialmente violentos en los Estados petroleros. Ante la carencia de los medios básicos para la subsistencia y siendo blanco de violentos ataques, los sursudaneses se ven obligados a dejar sus hogares, su familia y sus pertenencias, y a arriesgar sus vidas en esa travesía. Según los últimos datos de Acnur, es el quinto país en importancia en cuanto a procedencia de las personas refugiadas: hasta mediados de 2023 eran 2,3 millones.

4-Somalia: crisis sobre crisis

“Dejé a mi familia y tuve que pagar para ir en este barco con mucha gente. Por la noche el viento nos helaba y durante el día el sol nos quemaba”. Said Abdi Said, 14 años, refugiado somalí. Foto: ACNUR

Una combinación de desastres climáticos y políticos ha causado en Somalia una de las peores crisis humanitarias del mundo. Primero la sequía que azotó al país dejó grandes pérdidas económicas y humanas (según cifras de Naciones Unidas murieron 250.000 durante la gran sequía de 2011).

Se trata del octavo país en importancia por el número de refugiados que salieron de allí.

La nación vive en estado de conflicto político desde 1991, tras el derrocamiento de Mohamed Siad Barre.

Solamente entre 2021 y 2022 se produjeron más de 600 mil desplazamientos por la constante inseguridad y la sequía, informaron desde Naciones Unidas.

5-Venezuela y las personas “necesitadas de protección internacional”

“Gracias México por dejarnos jugar”. El dibujo de Sofía, una niña venezolana de 10 años que tuvo que salir del país con su familia. Foto: ACNUR.

El informe de Acnur habla de los venezolanos y venezolanas que tuvieron que huir del país como “personas necesitadas de protección internacional”. En la práctica son, al igual que otras, personas que salieron forzosamente de su nación. Se trata del cuarto lugar de origen de las personas refugiadas, con 5,5 millones para 2022. Pero, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) más de 7,7 millones de venezolanos abandonaron el país. 6,5 millones se encuentran en América Latina y el Caribe.

La crisis económica que lleva varios años, la falta de servicios básicos -especialmente en el área de salud-, y la persecución a opositores y medios de comunicación son los principales motivos que impulsaron este éxodo masivo.

6-Afganistán: una guerra sin fin

El dibujo de Sana, una niña refugiada afgana de 6 años, fue el que más impactó a André Naddeo, un periodista independiente que entre muchas otras actividades inició un proyecto llamado “Drawfugees” (nombre surgido de la combinación de las palabras en inglés drawing -dibujo- y refugees –refugiado-). Durante el tiempo que vivió en el campo de refugiados de Pireos, en Grecia, Naddeo intentó mostrar, lejos de los números y las generalizaciones, “qué pasa en la cabeza de esos niños, quiénes son, cuáles son sus ideas, sus perspectivas de futuro”. Combinando su trabajo de periodismo con el trabajo voluntario y sin ninguna consigna en especial, invitó a los niños a expresarse a través de los dibujos y a no perder tanto de su infancia, “la etapa más importante de su vida”.

Según la ONU, Afganistán, con un total de 5,7 millones de personas, fue el tercer país con mayor cantidad de refugiados después de Siria y Ucrania.

La nación lleva décadas en guerra. Primero con la ocupación soviética en 1979, luego con una guerra civil y posteriormente con la invasión y ocupación estadounidense tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En febrero de 2020, el gobierno de Trump y los talibanes firmaron un acuerdo en Doha para el retiro de las tropas estadounidenses en un plazo de 14 meses, con la condición de que los talibanes se comprometieran a no permitir que Al Qaeda u otro grupo extremista operara dentro de las áreas que controlaba. El objetivo de los Estados Unidos era terminar con una de las guerras más largas (y por tanto ya impopulares) en las que había participado el país.

Apenas iniciada la retirada, los talibanes comenzaron a avanzar y a tomar el control de una mayor cantidad de territorios. El 15 de agosto de 2021 los insurgentes entraron en la capital, Kabul, provocando la caída del gobierno. En las primeras horas, miles de personas se agolparon en las pocas vías de salida que quedaban para huir.

7-Etiopía: refugio de refugiados

“Durante toda la noche esperamos en las tiendas de campaña que amanezca. Este sitio es muy peligroso, los bandidos nos atacan por la noche». Binti Aden Denle, 12 años, refugiado etíope en Kenia. Foto: ACNUR.

A pesar de correr el mismo destino de su región, afectada por la hambruna y la sequía, en Etiopía se encuentra el segundo mayor campo de refugiados del mundo (después de Kenia) y es el país que más refugiados africanos ha recibido en los últimos años.

Allí, refugiados y desplazados internos comparten la miseria y también son víctimas de terribles abusos y cruentas violaciones a sus derechos. La vida en las tiendas de campaña no es el paraíso en comparación con el infierno desde el que los refugiados debieron huir. Provenientes especialmente de Somalia, Eritrea, Sudán y Sudán del Sur, miles de personas viven en los campos de este país, del que muchos a su vez escapan por las inclemencias del tiempo, la hambruna y las enfermedades.

Paradójicamente, son los países más pobres los que en su mayoría reciben a los refugiados.

8-Siria: la “mini” guerra mundial

«Me encantan los globos, me hacen feliz. Todo lo que quiero es una nueva casa para nosotros, colorida como esta».  Seva Abas, 11 años, Siria. Foto: André Naddeo/Drawfugees.

Lo que comenzó en 2011 como un levantamiento contra el gobierno local se fue transformando en una guerra civil y luego en una contienda internacional.

Allí también se mezclan conflictos políticos, religiosos, económicos, y disputas por influencia en la región. Los Estados Unidos, Israel y algunos países europeos tomaron partido en contra del gobierno local y sobre todo de Estado Islámico (que a su vez también lucha contra el gobierno) y otros apoyan al actual presidente, como es el caso de Rusia e Irán.

A pesar de ser catalogada como una “mini” guerra mundial, sus consecuencias no tienen nada de miniatura: 6,5 millones de personas tuvieron que abandonar el país.

 9-Irak: la guerra después de la guerra

“Todo lo que quiero en esta vida es una casa llena de colores y dejar de huir. Una vida normal». Kiran Silo, 9 años, Irak. Campo de refugiados de Pireos, Grecia. Foto: André Naddeo/Drawfugees.

En 2003, una coalición liderada por los Estados Unidos invadió Irak con el objetivo de encontrar armas de destrucción masiva, que nunca fueron halladas. Tras el derrocamiento del gobierno y una ocupación que duró más de siete años, la coalición decidió salir del territorio, pero las consecuencias de la guerra se quedaron en Irak.

Tras la retirada de las tropas extranjeras, el país en ruinas comenzó a ver la avanzada en diferentes regiones del grupo Estado Islámico, con lo que el gobierno de Estados Unidos decidió volver al terreno para combatirlo.

Más de 4 millones de personas debieron abandonar sus hogares en diferentes etapas del conflicto.

10-Otra vez Gaza

“El dibujo representa la tragedia del pueblo palestino”, explica Rima Khalid Mohamed Al-Ajouri, de 11 años. Campo de refugiados de Jabalia (Gaza) Foto: UNRWA.

“Las desesperadas condiciones de supervivencia de los gazatíes se acentúan mientras las hostilidades continúan en toda la Franja de Gaza y las principales rutas de entrada para los convoyes de ayuda permanecen cerradas o son demasiado peligrosas para acceder”, explicaron desde Naciones Unidas a fines de mayo.

De acuerdo con quienes llevan adelante misiones humanitarias, “la inseguridad alimentaria y el hambre son rampantes y alcanzan a prácticamente toda la población de Gaza. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) confirmó que la distribución de alimentos fue suspendida debido a la falta de suministros y las hostilidades en curso”.

La hostilidad no es nueva, pero el conflicto se intensificó en octubre de 2023 tras un ataque de Hamás a Israel en el que, según cifras israelíes, murieron 1.200 personas. En Gaza, según el Ministerio de Seguridad, las víctimas fueron 35 mil.

No todo está perdido

“Esta es la foto que más nos impactó”, cuenta Lara Lussón, voluntaria de ProemAID, una organización sin fines de lucro que empezó a trabajar en la isla griega de Lesbos a fines de 2015 con personas que llegaban por mar.

Dibujo del mar. Satra, 4 años, Afganistán. Campamento de refugiados de Pireos, Grecia. Satra perdió a parte de su familia en el viaje. Foto- ProemAID.

«Nos dimos cuenta un día, jugando con los niños, a los que les dijimos que dibujasen el mar pensando que era algo bonito, que más bien era todo lo contrario, que los dibujos que hacían eran muy dramáticos”.

Y entonces el dibujo como terapia, pero también como puntapié para algo más, fue el comienzo de uno de los tantos proyectos que lleva adelante la organización: «Agua», surgido en 2016, tiene el objetivo de reconciliar a los niños con el mar. Desde entonces ha logrado, mediante diferentes actividades organizadas por los voluntarios, que los niños (y también los grandes) pierdan el miedo y esperen la llegada del verano para disfrutarlo.

Como el periodista André Naddeo, Lara Lussón y sus compañeros de ProemAID, cientos de voluntarios anónimos están haciendo algo por quienes son considerados los “daños colaterales” de la guerra. 

Las imágenes que se repiten alrededor del mundo llegan a través de estas personas que saben que, detrás de cada historia, hay muchas más.

Historias que merecen ser contadas, historias que merecen un final feliz.

Aldeaglobal 19 octubre, 2025

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